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¿Cuáles son las similitudes entre el autismo y los síntomas del trastorno de estrés postraumático?
Cuando pensamos en afecciones como el autismo y el TEPT (trastorno de estrés postraumático), podríamos verlas como trastornos completamente diferentes. Sin embargo, a veces sus síntomas se entrecruzan, lo que puede llevar a confusión tanto para los afectados como para los profesionales que intentan diagnosticarlos. Es vital comprender no solo las diferencias, sino también las similitudes entre estos dos trastornos, ya que esto puede marcar la diferencia en el tratamiento y el apoyo que reciben las personas. Ambos trastornos afectan profundamente la forma en que un individuo experimenta el mundo, pero por razones muy diferentes.
Es esencial tener en cuenta que las personas con trastorno del espectro autista (TEA) pueden ser más propensas a experimentar algún trauma a lo largo de su vida y, por lo tanto, a desarrollar TEPT. Sin embargo, el autismo es un trastorno del desarrollo con el que una persona nace, que afecta su comportamiento, comunicación, interacción con la sociedad, el procesamiento de estímulos y desarrollo motor. Por otro lado, el trastorno de estrés postraumático es una condición de salud mental que un individuo desarrolla después de vivir o presenciar un evento traumático. Entonces, ¿cuáles son las similitudes entre el autismo y los síntomas del TEPT?
En este blog de Texas ABA Centers exploraremos las complejidades del autismo y el TEPT y cómo navegar el proceso de diagnóstico y tratamiento cuando el autismo y el TEPT se superponen.
Autismo y trastorno de Estrés Postraumático: Comprendiendo Ambos Trastornos

Las personas con autismo a menudo tienen un desarrollo cerebral atípico que afecta la comunicación, el comportamiento y la interacción social. Pueden experimentar dificultades para comunicarse, mantener conversaciones o comprender el lenguaje no verbal. También pueden exhibir comportamientos repetitivos y lidiar con sensibilidades sensoriales, como la aversión a sonidos o texturas específicas. Cada persona en el espectro autista es única, y mientras que algunas presentan síntomas más visibles, otras pueden pasar desapercibidas.
Por otro lado, el TEPT es un trastorno de salud mental que surge después de vivir una experiencia traumática como un accidente, abuso o desastre. Las personas con trastorno de estrés postraumático pueden desarrollar síntomas como flashbacks, pensamientos intrusivos, hipervigilancia y ansiedad intensa. En muchos casos, estas personas reviven el trauma repetidamente, lo que dificulta avanzar en su vida diaria.
Según el National Institute of Mental Health, cualquier persona de cualquier edad, género o raza puede desarrollar TEPT. Las personas con este trastorno pueden sentirse estresadas o asustadas, incluso cuando no están en peligro. Según National PTSD Center, aproximadamente el 6% de la población mundial experimentará TEPT en algún momento de sus vidas. Es crucial tener en cuenta que los factores genéticos pueden hacer que algunas personas sean más propensas a desarrollar TEPT, así como ciertos aspectos del evento traumático.
Autismo y Trauma: Por Qué las Personas Neurodiversas Son Más Propensas al Trastorno de Estrés Postraumático
Los estudios de Autism Research han encontrado que el 60% de las personas con autismo han experimentado TEPT en algún momento de sus vidas. Según esta teoría, las personas en el espectro autista tienen una amígdala más activa y un sistema nervioso más reactivo e inflexible, lo que dificulta la capacidad de regular las emociones y una tendencia a experimentar una sobrecarga sensorial. Asimismo, los individuos neurodiversos son más vulnerables y propensos a la victimización y marginación social.

Por ejemplo, la intimidación y el acoso son riesgos significativos para los niños con TEA, y los estudios muestran que el 63% de los niños en el espectro han experimentado acoso. Además, el aislamiento social, la dificultad para distinguir entre el comportamiento apropiado y el inapropiado, y los desafíos para comunicarse y denunciar el abuso pueden hacerlos más vulnerables a los depredadores.
Autismo vs. TEPT: Síntomas Superpuestos

Una de las razones por las que puede ser complicado distinguir entre el autismo y el trastorno de estrés postraumático es que ambos trastornos comparten síntomas específicos. Tanto las personas con autismo como las que tienen trastorno de estrés postraumático pueden experimentar sensibilidades sensoriales. Por ejemplo, los ruidos fuertes pueden ser abrumadores y generar reacciones emocionales intensas.
La ansiedad es otro síntoma común, y tanto el autismo como el trastorno de estrés postraumático pueden causar respuestas emocionales exacerbadas. Las personas con cualquiera de los dos trastornos pueden evitar situaciones que perciben como estresantes o amenazantes, lo que a menudo conduce a un comportamiento evitativo y al aislamiento social. Además, la dificultad para regular las emociones es un tema recurrente en ambos casos, lo que puede llevar a la frustración y al aumento de la vulnerabilidad emocional.
Estos son algunos de los síntomas superpuestos más comunes:
- Dificultad en la interacción social
- Mayor riesgo de victimización
- Disociación
- Falta de confianza en sí mismo
- Experimentar depresión y ansiedad
- Conductas autolesivas
- Hipervigilancia y reacciones exageradas
- Sobrecargas sensoriales
- Dificultad para manejar emociones intensas
- Impulsividad
- Dificultades del funcionamiento ejecutivo
- Insomnio
- Comportamientos repetitivos o stimming
Autismo vs. TEPT: Diferencias Clave
A pesar de las similitudes, también existen diferencias fundamentales entre el autismo y el trastorno de estrés postraumático. El autismo es una condición del desarrollo que está presente desde la infancia. Es algo que las personas con autismo han experimentado toda su vida, afectando la forma en que interactúan con el mundo desde una edad temprana. Por el contrario, el TEPT se desarrolla como resultado de un trauma específico, por lo que los síntomas del TEPT aparecen después de este evento.
En términos de comunicación, las personas con autismo pueden tener dificultades para comprender el lenguaje figurado o las señales sociales, mientras que, en el TEPT, ecitar la comunicación puede deberse a la necesidad de evitar recordar el trauma. En términos de comportamientos, las personas con autismo pueden exhibir comportamientos repetitivos o participar en rutinas rígidas como una forma de regularse. Por el contrario, las personas con trastorno de estrés postraumático a menudo experimentan hipervigilancia y están en alerta constante ante posibles amenazas, lo que puede llevarlos a exhibir comportamientos repetitivos o ciertas rutinas.
¿Cómo Se Ve el Trastorno de Estrés Postraumático en Niños con Autismo?
El trastorno de estrés postraumático es complejo de diagnosticar en niños con autismo debido a los síntomas superpuestos. Sin embargo, el trastorno de estrés postraumático se diagnostica en función de los cambios de comportamiento después de experimentar el evento traumático. Algunos niños que experimentan un trauma a una edad temprana pueden sufrir desafíos adicionales, ya que es difícil para los padres saber si su comportamiento ha cambiado. Además, los signos de autismo también pueden surgir a una edad temprana, lo que complica el proceso de diagnóstico.

De acuerdo con el DSM-5, estos son algunos signos de autismo y trastorno de estrés postraumático:
- Regresión: Pérdida de habilidades verbales, sociales o motoras que el niño dominaba previamente.
- Empeoramiento de los problemas sensoriales: Algunos niños con TEA son hipersensibles o hiposensibles a los estímulos. Sin embargo, cuando el TEA y el TEPT ocurren al mismo tiempo, las personas suelen ser más propensas a la sobrecarga sensorial y se sobresaltan más fácilmente.
- Evitación: Es común que a algunos niños con autismo no les guste el contacto físico. Sin embargo, debes estar alerta si notas que a tu hijo le gustaba el afecto físico y ya no lo hace.
- Malestar físico: Algunos niños con autismo tienen dificultades para expresar su estado emocional y pueden recurrir a quejarse de dolor físico cuando experimentan mayores niveles de estrés y ansiedad.
- Cambios en la estimulación: La estimulación es un comportamiento normal para que las personas con autismo se autorregulen, así que debes estar atento al aumento de la estimulación, ya que puede ser un signo de preocupación. También pueden aparecer nuevas conductas de estimulación, como las conductas autolesivas.
Para diagnosticar el autismo y el trastorno de estrés postraumático, el individuo debe pasar por un conjunto de pruebas completamente diferentes. Para el autismo, los niños participan en pruebas específicas en las que especialistas en comportamiento, psicología y desarrollo observan el comportamiento. Por otro lado, las personas con TEPT participan en una evaluación con un profesional de la salud mental que revisa los síntomas, el historial médico y el historial del evento traumático.
Opciones de Tratamiento para el Autismo y el Trastorno de Estrés Postraumático Simultáneos
El tratamiento para una persona con autismo y trastorno de estrés postraumático debe ser individualizado y tener en cuenta tanto sus sensibilidades sensoriales como sus dificultades de comunicación. Para el autismo, la terapia ABA (Análisis del Comportamiento Aplicado) es eficaz para trabajar las habilidades de comunicación y comportamiento. Para el TEPT, la terapia cognitivo-conductual (TCC) centrada en el trauma es un enfoque común que puede ayudar a las personas a procesar el trauma y manejar los síntomas.
Los planes de tratamiento deben abordar ambas afecciones de manera integrada y, en algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para controlar la ansiedad y la depresión que acompañan a estos trastornos. Un enfoque informado sobre el trauma que tenga en cuenta las sensibilidades de una persona puede marcar una gran diferencia en el proceso de recuperación.
Comienza la Terapia ABA con Texas ABA Centers
Al comparar el autismo con el trastorno de estrés postraumático, debemos entender que ambas afecciones, aunque diferentes en su origen y repercusiones, tienen síntomas superpuestos que pueden llevar a un diagnóstico erróneo. El autismo y el trastorno de estrés postraumático requieren comprensión y apoyo personalizados.
El autismo y el trauma afectan la vida de las personas de manera profunda y compleja. Como comunidad, debemos garantizar un entorno en el que cada persona pueda encontrar las herramientas y el apoyo para superar las dificultades y prosperar.
En Texas ABA Centers, nos dedicamos a los servicios de atención al autismo. Entendemos las necesidades de cada cliente y brindamos atención personalizada considerando cualquier tipo de condición concurrente.
Nuestra terapia ABA garantiza que cada persona en el espectro reciba atención profesional e individualizada y el apoyo que realmente necesita. Ya sea que se trate de mejorar las habilidades de comunicación e interacción, aprender mecanismos alternativos para afrontar y lidiar con el estrés o minimizar los comportamientos desafiantes, la terapia ABA es la puerta de entrada a un camino de empoderamiento y crecimiento.
Comienza a brindar el apoyo que tu ser querido con autismo necesita ahora. Llámanos al (877) 771-5725 o programa una consulta gratuita en la sección de contacto de nuestro sitio web..